Juna Ariyoshi es una estudiante japonesa normal y corriente, hasta que un buen día muere en un accidente de moto. En ese preciso instante, un joven, Chris, se le aparece, haciendo un trato con ella: le devolverá la vida si acepta convertirse en el nuevo Avatar del Tiempo. Juna no entiende nada, pero acepta, y Chris le otorga la posesión de una gema, perteneciente a una antigua civilización, que queda incrustada en su frente.
La función del Avatar del Tiempo resulta ser detener a Ra-Jer, un monstruo originado por los destrozos que los humanos provocan a la Tierra. En su primera misión, Juna logra liberar el poder y se convierte en Arjuna, su forma de Avatar del Tiempo, que le permite hacer unos saltos increíbles y utilizar poderes especiales, como la creación de escudos. No obstante, al ser su primera vez, provoca más destrozos que las ayudas que presta cuando Ra-Jer ataca una central nuclear. Para ello, es enviada por los SEED (la organización de salvamento mundial a la que pertenece Chris) a una misión de supervivencia, de modo que logra resonar con la Tierra, ponerse en contacto con ella, y sentir lo que le pasa.
Poco a poco, episodio a episodio, vamos viendo cómo Juna (o Arjuna, como Avatar del Tiempo) va progresando: Aprende a controlar a Ashura, un ser protector del Avatar del Tiempo, a disparar con su arma especial (el arco sagrado), a cambiar la función de éste de “muerte” (liquida el objetivo) a “vida” (lo purifica), e incluso a usar habilidades psíquicas, tales como leer la mente, ver las palabras o sentir la vida en la Tierra. A lo largo de su formación, Juna va conociendo todo tipo de gente, buenas y malas personas, que reflejan, y de este modo se hace crítica, la sociedad y el estado de la Tierra actuales.
Sin embargo, ser el Avatar del Tiempo implicará algo más cuando Ra-Jer amenace con erradicar todo el archipiélago japonés.
Definitivamente, Arjuna es una serie que no dejará indiferente a nadie que esté mínimamente concienciado de los problemas medioambientales y de la situación actual de la humanidad. Este anime nos pone de manifiesto realidades paradójicas sobre nuestro mundo: los insectos destruyen las plantas, pero lo que hacen es comer las partes dañadas de las mismas, inútiles para los humanos. Los medicamentos curan enfermedades, pero introducen en nuestro organismo y en el medio ambiente sustancias químicas que, a largo plazo, pueden resultar dañinas. Las palabras nos permiten comunicarnos, pero a la vez nos atan y condicionan. Se trata, no obstante, de una serie muy infravalorada, dado que la mayoría de la audiencia no suele ver series maduras y reflexivas, que impliquen pensar más allá de la experiencia visual (que realmente es excepcional) de este anime. |
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